Hacia una comprensión del arte infantil
En el año 1980 la pintora y docente Zulema Pérez encaró junto a Sara Oclanser de Chegoriansky, docente también pero del área de Lengua, la compleja tarea de incentivar a niños de diez a doce años para que se expresen con poesías y las ilustren con profundos sentimientos. Los niños eran alumnos de los grados superiores de la escuela municipal N° 23 del distrito escolar 17, Dr. Abel Ayerza, de la ciudad de Buenos Aires.
Los dibujos que se muestran en esta publicación fueron realizados en tinta, utilizando plumas y pinceles. Esta técnica respondió a la necesidad de posterior impresión en negro; si bien elimina uno de los aspectos fundamentales en la expresión infantil como es el uso del color, tuvo la ventaja de permitir una mayor flexibilidad en los detalles y gran soltura en el "mensaje" infantil, que ayuda a comprender su significado.
Los niños fueron motivados para la realización de sus dibujos, principalmente con poesías propios o de otros niños, lo que significa realizar una experiencia emocional de otra similar. Por esta razón llamamos a estos dibujos correlacionados.
Si bien una buena motivación debe dejar al arbitrio del niño lo que desee expresar y la manera como quiera hacerlo, el dibujo de imaginación no es, como podríamos creer, una actividad fácil para el niño de los grados superiores. Debe "sentir" con bastante fuerza lo que conforma con su pluma y pincel.
Realizar esta experiencia en lengua y plástica representaba un verdadero desafío; ¿cómo los niños responderían afectivamente, motivados por la expresión poética de otros, como condición previa a su realización plástica?
La respuesta fue positiva, pero para ello, fue necesario crear en clase el clima adecuado. Era imprescindible que el niño se sintiera interiormente libre, entusiasta y confiado. El papel del educador en este caso también es difícil, debe saber "desaparecer", no influir negativamente, no ser intermediario entre una expresión y otra.
En algunos temas (La Boca y sus cosas, sus barcos, el puerto, Caminito) es la memoria exaltada por la sensibilidad la que desempeña un papel importante; en otros el niño le da nueva vida al barrio, las calles de la ciudad o la lluvia, a través de la potencia de las formas y la sutileza de las líneas que crea.
Es innegable actualmente la influencia del arte sobre el crecimiento de la personalidad infantil y por lo tanto sobre su futuro. Las experiencias realizadas como las que se muestran en este trabajo enriquecen la vida del niño y ya están grabadas en su futuro.